El es pequeño y está compuesto por varios tallos cilíndricos o globulares que dan origen a una mata densa y redondeada. Desde Jardinatis, os contamos todas sus curiosidades y cuidados.
Los tallos del cactus mamilaria están cubiertos por un fino vello sedoso de color blanco y entre este vello despuntan las características espinas, en este caso, son de color marrón amarillento.
Estas espinas son afiladas y rígidas, por lo que manipularemos la manilaria con extremo cuidado para no dañarnos con ellas.
Las mamilarias, en general, son cactus que florecen abundantemente durante la primavera. Las flores aparecen concentradas creando un anillo cerca de la coronación de los tallos y son de corta duración.
Mammillaria es uno de los géneros de cactus más grandes de la familia Cactaceae, contiene más de 350 especies y variedades reconocidas. Su especie tipo fue descrita por vez primera por Carolus Linnaeus como Cactus mammillaris en 1753, nombre derivado del latín mammilla = tubérculo, en alusión a los tubérculos que son una de las características del género. La mayoría son nativas de México, del sur de los Estados Unidos, las Antillas y las costas de Venezuela.
La característica distintiva del género es el desarrollo de la areola, que está dividida en dos partes claramente separadas, una en el ápice y otra en la base o axila. La parte axilar no es espinosa, pudiendo estar recubierta por cerdas o lanas, no obstante. Es la parte de la areola que produce las flores y los frutos y punto de ramificación. La parte apical en ciertas condiciones puede funcionar también como punto de ramificación, aunque sin producir flores.
En general, son plantas de forma globosa o cilíndrica con tamaños que varían desde 1 a 20 cm de diámetro por 1 hasta 40 cm de altura. Las raíces son fibrosas, carnosas o tuberosas. No poseen costillas, el cuerpo está formado por tubérculos cónicos, cilíndricos, piramidales o redondos llamados mamilas y pueden crecer de forma solitaria o agrupados en masas de hasta 100 cabezas dispuestas en simetría radial. Las espinas nacen en el ápice de los tubérculos y son tan diversas como las especies, pudiendo ser largas o cortas, rectas o en forma de gancho, con aspecto de cerda o suaves como cabellos, incluso hay especies carentes de ellas. Los colores van del blanco, amarillo, rojo hasta marrón oscuro.